Nuestro proyecto

Pasión por la naturaleza

Amamos la naturaleza, la respetamos y cuidamos de ella. Por eso la apicultura, para nosotros es una forma de vivir en conexión con el planeta.

Polinizadores naturales

Nuestras abejas son los polinizadores naturales más potentes del planeta. Ellas solas consiguen polinizar el 75% de las plantas que comemos.

Agricultores y ganaderos locales

Promovemos el consumo local, de proximidad, de los agricultores y ganaderos de la zona.

Nuestra historia

Sostenibilidad, Ecología, Calidad y Sabor son y serán siempre los pilares fundamentales de MIEL CASTIZA.

MIEL CASTIZA nace en 2019 de la unión de dos jóvenes emprendedores toledanos amantes de la naturaleza, de los productos auténticos y de las cosas bien hechas. Con mucha dedicación, esfuerzo y cariño, fruto de esos valores nace este proyecto.

Nuestros colmenares se encuentran distribuidos entre los Montes de Toledo, el Parque Regional del Río Guadarrama, la Sierra Oeste de Madrid y junto al Parque Natural de las Hoces del Duratón en Segovia. Actualmente tenemos entre 100 y 120 colmenas tipo Langstroth que movemos entre dichos asentamientos dependiendo de la época del año, la floración y las lluvias.

La miel que hacemos es completamente natural, cruda y no sufre ningún proceso de transformación. Se cosecha en colmenas tipo Langstroth, y se extrae de manera artesanal, con extractores mecánicos. Después, se filtra para quitarle impurezas y restos de cera, se decanta en maduradores de acero inoxidable y, por último, se envasa en frascos de vidrio reciclable. Llevando con todo nuestro cariño así a vuestra mesa este manjar de la naturaleza.

Apicultura y Olivicultura

Nuestro amor por la apicultura siempre ha sido compartido con la olivicultura, por eso estamos probando maneras de unirlas y mejorar ambas.

En nuestros olivares dejamos crecer cubierta vegetal, e incluso se plantan especies melíferas, que a la vez que sirven para alimentar a nuestras abejas, ayudan a aportar materia orgánica y a bombear minerales desde horizontes profundos, a aprovechar la superficie de captación de energía, a favorecer la filtración de agua a las raíces de los olivos y a mantener una biodiversidad en el olivar. Todo ello contribuye a generar un valor en el agrosistema, un aumento de la fauna y la flora, aumentos de la polinización, de los insumos y de la salud de los olivos, que se traducen en mayores producciones y menores gastos de mantenimiento, reducción de uso de productos fitosanitarios y de costes de mano de obra y combustible en trabajos de laboreo innecesarios.

Actualmente las pruebas se están realizando en varias fincas, como la Finca del Castillo de la Familia Corbel en Recas (Toledo), la Finca del Escorial en Mombeltrán (Ávila), la finca de Balaguera en Ugena (Toledo). En todas ellas se han notado unos considerables aumentos de producción desde que hemos comenzado con el proyecto.